"Me parecía que el agua, el cielo, las nubes, los árboles, tenían conciencia de la dicha que me proporcionaban. No tenía ninguna idea preconcebida. Ser pintor no es un profesión, como no lo es ser anarquista, amante, corredor, soñador o aficionado al boxeo. Es un capricho de la naturaleza."

MAURICE DE VLAMINCK (1929)

lunes, 9 de marzo de 2009

JCVD: LOS HÉROES REFLEJADOS EN LOS ESPEJOS CÓNCAVOS

SOBRE HÉROES EN NUESTRA BASE CULTURAL

Todo nuestro imaginario se basa en torno a la figura de un ser superior. Algunos hablan de dioses, otros de razas evolucionadas y perfectas, y otros de superhéroes que velan por el bien de la ciudadanía. En todas las culturas podemos encontrar héroes: en la Grecia Antigua, divinizados; en la Roma Imperial, luchando en la Arena del Coliseo; en la Edad Media, en la Reconquista. Y en los cómics que conforman la subcultura aparentemente carente de riqueza patrimonial en pos de un sitetizante masivo: la violencia. Todos esos héroes tienen que ver con una carrera militar y con una disciplina castrense. Pero, ¿qué ocurre con los héroes en una sociedad en aparente paz, con un talante antimilitarista?

Alan Moore consiguió aunar todas estas características y emociones al crear su cómic Watchmen, que como ya hemos hablado una y mil veces, se ha estrenado ya este fin de semana. Lázaro y yo ya la hemos visto, y cada vez que pienso en ella, más me gusta. Realmente el jodido Zack Snyder consiguió transmitir el alma del cómic en la película. No me sentí nada decepcionado.



Los héroes son humanos. Sangran, se deprimen, tienen fobias, a veces no se les levanta, otros no tienen claro cual es su procedencia y otros ni siquiera están interesados en las personas, que es para quien luchan para proteger. La película no defrauda: la cámara y estética son fabulosas, los personajes están muy logrados y con el final consiguen transmitir todo el cómic, quitándose a la vez material que añadir. A mi gusto, le sobra tanta escena de violencia, con huesos rotos, mandíbulas desencajadas, hombros salidos, y todo a cámara lenta. La historia ya es suficientement tensa como para añadirle más ostias físicas. Sé que en el cómic sí que existen escenas de acción, pero son meramente testimoniales, para hilvanar los hechos. Snyder se ceba y se recrea en la sangre. De todas formas, es lo que gusta a la gente y es la firma personal del director. Panem et circenses!

Como en Watchmen, 200 enmascarados de carne y hueso patrullan el planeta en busca de una injusticia contra la que luchar. ¿Y quién se lo agradece?

06/03/2009. Más de 200 personas se autodenominan Real Life Super Hero, y salen a la calle enmascarados para luchar contra el crimen. Pero, ¿qué demonios es esto? ¿Es posible que, como en la nivola de Unamuno, los personajes de ficción del cómic de Alan Moore hayan tomado carne y hueso? ¡Qué emocionante! O más bien: ¿Qué puta fricada? Nunca lo sabremos hasta que alguno de esos enmascarados aparezca muerto. Entonces, la broma dejará de ser divertida, y los gobiernos de los mundos harán leyes que prohiban a la gente disfrazarse de enmascarados. Estoy ansioso por ver ante mis ojos, en la vida real, cómo las hojas de Watchmen se van haciendo poco a poco reales, e incluso, se vayan superando en progresión. ¡Qué sorprendente es el mundo! Si queréis más información, mirad la página de este movimiento que se está convirtiendo ya en masivo: un auténtico despropósito de friqueces, la verdad. Lo queráis o no, me da mucho que pensar.



Y, como va de héroes la cosa, ternimo con uno que seguro que lo tenéis en vuestro imaginario: Jean Claude Van Damme. Ha decidido dar un giro a su carrera como actor, pero no tan rotunda como Steven Seagal o Joaquin Phoenix, si no quepretende darnos lecciones de buen actor y de calidad en cine de acción. Y creo que lo ha conseguido, con su nueva película. Además, se está redimiendo, pues ya no acepta papeles que no sean lo suficientemente profundos. Por fin se ha revelado su mitad francesa, su mitad artística, contra su mitad estadounidense, basada en el espectáculo y en las tollinas en la cepalaoreja. Ahora se recoge a sí mismo, y pretende analizar toda su carrera, ausente de sentido estético. "Tú has ganado. Yo he perdido", te espeta en una de mis escenas favoritas, cuando habla directamente a cámara, cosa que muy pocos actores han sabido hacer.
Pues sí, consigue hacer un film de mucho nivel que os recomiedno, por su capacidad para la autocrítica y para reírse de uno mismo. Os la recomiendo fervintemente si quereís ver cine diferente.



Y eso es todo. Nos vemos en las palabras. Os dejo un humilde homenaje a mi Watchmen favorio, sin el cual, la trama de la obra no tendría mucho sentido.