"Me parecía que el agua, el cielo, las nubes, los árboles, tenían conciencia de la dicha que me proporcionaban. No tenía ninguna idea preconcebida. Ser pintor no es un profesión, como no lo es ser anarquista, amante, corredor, soñador o aficionado al boxeo. Es un capricho de la naturaleza."

MAURICE DE VLAMINCK (1929)

jueves, 1 de octubre de 2009

TRUE LOVE WAY

UN NUEVO CAPÍTULO EN EL DEBATE SOBRE EL ARTE (o a manera de respuesta a la postura de Lázaro)

(NOTA: por favor, prestad atención a la música que he subido; os encantará)



"En el arte, las teorías prestan la misma utilidad que las recetas en medicina: para creer en ellas es preciso estar enfermo. El saber mata el instinto. Uno no hace pintura, hace su pintura. Me esfuerzo por volver a los instintos que dormitan en lo profundo del subconsciente, de los que fuimos despojados por la vida superficial, por las convenciones. Sigo considerando las cosas con ojos de niño. Me sobrecogió una honda sensación de humanidad ante dos esculturas de negros que, por primera vez en mi vida, vi en el estante de una taberna, en medio de botellas. Compuse a partir del instinto; apliqué los colores con la única idea que para mí todo lo disculpa: decir lo que sentía. Pintaba balbuciente, sólo para mí. Me parecía que el agua, el cielo, las nubes, los árboles tenían conciencia de la dicha que me proporcionaban. No tenía ninguna idea preconcebida. Ser pintor no es una profesión, como no lo es ser anarquista, amante, corredor, soñador o aficionado al boxeo. Es un capricho de la naturaleza. Una utilización impersonal de mi persona bastaba para colocarme en un estado de abatimiento o de furor indescriptible.

Mi pasión me impulsaba a todas las audacias contra lo tradicional en pintura. Ansiaba provocar una revolución en las costumbres en la vida cotidiana, mostrar la naturaleza sin ataduras, liberarla de las vetustas teorías y del clasicismo. No me fijaba otro objetivo más que éste: con ayuda de nuevos recursos, expresar las hondas relaciones que me ligaban a la vieja tierra. Era yo un bárbaro tierno, desorbitado. Sin prescribir ningún método, yo no traducía una verdad artística, sino una verdad humana. Sufría al no poder machacar con mayor fuerza todavía, por haber alcanzado el máximo de intensidad, limitado corno estaba por el azul y el rojo del vendedor de colores."

MAURICE DE VLAMINCK

Creo que es el arte en donde se encontrará respuesta a esa búsqueda. Es cierto que puede haber algo que nos llene, pero al fin y al cabo la única verdad que nos puede quedar es una estúpida sensación de absurdo. La RELIGIÓN podría venir a suplir esta necesidad, tener un sistema de creencias, tanto en arte como en la vida (si es que hay alguna distinción entre estas dos dimensiones). He dejado que Vlaminck, uno de los teóricos más revolucionarios del expresionismo y uno de los militantes más convencidos de la revolución que necesariamente se llevó en el mundo de la pintura (sobre todo), hablase por mí, pues lo haría mejor y porque sus palabras en este fragmento me llenaron de forma tan completa como súbbita. El arte, al servicio de la humanidad; por eso debe ser una actividad compartida (aquí discrepará Lázaro).

Cada vez estoy más de acuerdo que vivimos a espaldas de la niñez. Creemos que la inocencia no cabe en un mundo estable. Las reglas, el compromiso, las responsabilidades, vienen a sustituir a la pureza y al juego. Se acabaron los roles imaginarios y llegó el papel como eslabón. en la cadena llamada civilización La pintura moderna (comenzando con el impresionismo) se obsesiona por volver a la pureza de la visión infantil.

Aquí quiero que Lázaro hable. No es cuestión de renegar de nuestro sistema de representación (en pintura como a nivel cotidiano), si no de regresaro a un estado más primitivo. ¿Es este el verdadero poder que latente tiene escondido el arte? ¿Deforma no solo la realidad, si no ir más allá de la prcepción? Picasso dijo: "A los doce años sabía dibujar como Rafael, pero necesité toda una vida para aprender a pintar como un niño.". ¿Esta es la verdadera respuesta? ¿Volvernos más niño? ¿Pura anarquía? Creo que no es tan fácil.

Espero vuestras opiniones no solo sobre el texto de Vlaminck, si no sobre estas dos canciones que he subido en esta entrada (sobre todo la letra, que tiene que ver mucho con este tema). La próxima entrada hablaré un poco de cine y sobre ideas del corto (a lo mejor subo algún boceto, para que veais que ya estoy investigando la anatomía del robot) Un saludo.